domingo, 31 de octubre de 2010

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid

Con motivo de tan ociosas fechas me temo que debo comenzar escribiendo Happy Halloween!
Resulta hasta gracioso ver cómo desde algunos organismos eclesiásticos se incita a los niños a disfrazarse de santos y santas recordando la importancia de la fiesta de Todos los Santos y rechazando el Halloween por ser una fiesta anglosajona. Desconozco cuántas de estas personas que se han manifestado así saben algo de historia del territorio español o al menos historia de la religión. Si así fuera, si conocieran un poco, no lo dirían, o lo dirían pero sabiendo que mienten.


Desde luego Halloween no nos pilla más lejos que la fiesta de la Navidad. Para comprobarlo necesitamos viajar en el tiempo. Exactamente a la época prerromana. En todo el mundo celta, en el que se incluye la zona conocida en ese entonces como Hispania, existía una festividad llamada Samhain. Se creía que comenzaba la estación oscura, días en los que las horas de sol eran menores, y se celebraba el final de la época de cosecha. Este era el último día del calendario, por lo tanto, la noche de Halloween era el Año Nuevo celta. Existía la creencia que durante esta noche el velo que separa el mundo de los vivos con el Otro Mundo –habitado por los espíritus antepasados, las hadas y otros seres- se volvía más fino o desaparecía. Se homenajeaba y entregaba ofrendas a los muertos. También los vivos utilizaban máscaras y se vestían para alejar a los espíritus malignos que esa noche se congregaban.

Con la llegada de los romanos esta fiesta se asimiló. Convivieron fiestas celtas y romanas en harmonía. Entonces, tras extenderse el cristianismo, y aún más con el Edicto de Milán en el 313 de nuestra era –con el que se permitía libertad de religión, permitiendo el cristianismo- se comenzó a perseguir a los paganos, entre los que se incluían los celtas. Pero tras el Edicto de Tesalónica en el 381, el cristianismo se convirtió en religión oficial del Imperio Romano. Comenzaron a imponerse una suerte de tradiciones ajenas a un pueblo que había vivido según sus creencias centenarias.


Durante la Edad Media, diversos Papas trataron de suplantar las antiguas festividades paganas con otras nuevas y cristianas. De este modo se eliminó la libertad de credo, se engañó al pueblo y desapareció el Samhain siendo sustituido por el día de Todos los Santos, trasladado desde el 13 de mayo al 1 de noviembre. La misma situación es la de la actual Navidad o la del día de San Juan.


Por todo esto, decir que Halloween no es español no tiene razón de ser, ni la tiene decir que no es cristiano, tampoco lo es imponer creencias y coartar la libertad. Por ello, hay que dejar a las generaciones posteriores que asimilen lo nuevo, que se diviertan pero que nunca olviden su pasado. Su pasado no es el reciente, es todo: un pasado cristiano, un pasado romano, un pasado celta, un pasado animista…

Sólo me queda desearos una terrorífica noche. Comed manzanas, contad historias de miedo y encended velas. Vestíos de muertos y de vivos, de brujas y princesas, de indios y vaqueros, de demonios y dioses. Pasadlo bien. Tal vez esta noche os encontréis con alguien del Otro Mundo. Feliz Halloween.

And the children dress as the babes of Hell
all the boys and all the girls.
And the fires shall burn.
And the wheel of life shall turn.
And the dead come back home on Samhain.
And in the night sky,
on the lunar light they fly.
And the dead come back home on Samhain
-Inkubus Sukkubus-

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