domingo, 10 de octubre de 2010

The importance of being Vintage

Insisto en la ironía del avance. Cuanto más rápido y nerviosa es una época, con más celeridad cambia lo material, es decir, el diseño, la imagen, la moda. Del mismo modo, en ese cambio se recuperan del pasado esencias de una época.

Un nuevo tostador ha aterrizado en la ciudad. Por cierto, recuerda a aquellos de los años 70. Sobre nuestras espaldas cae la última chaqueta de Armani y con ella vuelven las hombreras. Olvidaos de los peinados inundados de gomina. Suéltate el pelo, simula ser un campesino del siglo XVIII.

Cuando algo somete a la totalidad del grupo debe perecer sumiéndose en una contradicción. El ritmo interno de nuestra sociedad exige periodos cada vez más breves en el cambio. A mi padre una vez le explicaron que la muerte como si la vida fuera un hotel; unos entran y otros se van. En este caso, el hotel ahora permite estancias más breves. Si creías que la trágica camisa desfasada que guardas en el fondo de tu armario debería ir de cabeza a la basura piénsatelo dos veces. Mañana volverá a serte útil. ¿Quién pensó que los estampados toile de jouy, los cuadros vichy, las pinturas pop o los teléfonos rojos volverían a estar en todos los rincones?


Comienzo y final. Viejo y nuevo. Queremos que lo moderno mire al pasado. Si tu caja de galletas tiene cierto olor a antiguo estás de suerte, o no, porque tal vez cueste más. Cuanto más vetusto más caro. Sellos, monedas, vinos. Tu vintage es más actual que tu camisa plateada.



No hay nada que nos guste más que una fiesta. Todas buscan clichés, y el cliché no es nada más que una mirada al pasado tan repetida que se convierte en una falsa verdad. Hasta el futurismo es un cliché. Alguien nos dijo que las orgías de Nerón eran las más divertidas. Las queremos. No deseamos las que están por venir, sino las que aterrizaron tiempo atrás.

Tic-toc. El cronómetro corre. Nunca llegarás a tiempo de comprarte algo y disfrutarlo completamente sin que haya salido algo mucho más antiguo que lo sustituya. Tenemos dos perfiles: el que cambia y el que conserva para el futuro cambio. Si eres de los primeros regocíjate con el lema de “si no está roto, rómpelo”. Tal vez seas del grupo contrario. Tal vez al ver que ha pasado el momento de lo que tienes prefieras guardarlo hasta que vuelva. En esta tendencia, sólo un consejo: si es electrónica, no lo hagas. Puede que salgas ardiendo.

Todo lo que es moda pasa de moda
-Coco Chanel-

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