viernes, 31 de diciembre de 2010

...and a Happy New Year

Trescientos sesenta y cuatro y sólo queda un día. Toma tu ropa interior roja, a quien le guste, y brinda por un año nuevo. Gomina y laca. Zapatos de punta y tacones. Corbatas y collares. Los chicos y chicas sacan sus mejores galas.

Busca un nuevo propósito para este año. Intenta cumplirlo y se la mejor persona que puedas, y si no crees que puedas conseguirlo procura simplemente autorealizarte. Siempre puedes aprovechar el nuevo año para cortarte el pelo radicalmente, escribir una novela o cumplir tus venganzas.

Mientras vemos como en Australia ya han celebrado el Año Nuevo esperamos que la Tierra siga girando para llegar en breve al 2011. Como diría ese grupo de horteras ochenteros, cinco minutos más para la cuenta atrás. Entonces haz el balance de lo bueno y malo. Es genial ser bueno pero si te compensa ser malo porque así cumples tus deseos que nadie te pare.

Tic-tac. Cuando el reloj llegue a las doce prepárate porque entonces guiarás la forma de ser que tomarás para el nuevo año. Además, el año pasado siempre es el peor. Sólo nos gusta mirar con añoranza lo que está muy lejano, lo cercano nos horroriza por ese aspecto kitsch. Elimina todas esas experiencias demodé de tu año pasado y conviértelas en un vintage sofisticado.

It has turned out to be an 'Annus horribilis'
-Elizabeth II del Reino Unido-

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